El acoso mediático


Día a día nos desayunamos con noticias de abuso y acoso. Uno detrás de otro, actores, músicos, políticos, directores de cine, etc., se presentan ante los medios para relatar que fueron víctimas durante el pasado.

Me parece acertado que haya una denuncia social a través de los medios, pero yo no veo que se denuncien hechos igualmente graves, tal como sucede con la marginalidad y la pobreza. Bah, aparecen, pero no ocupan tanto lugar como aquel que ocupan las giladas del espectáculo. No hay nada más insoportable que el conventillo.

 Ahora, ¿por qué resulta indignante el relato de la actriz abusada y no lo es enseñar las condiciones en las cuales vive una familia, durmiendo cada noche bajo unos cartones?Respuesta, porque existe algo que los medios llaman rating… Esto es, el denunciante mediático tiene la posibilidad de hallar una vidriera comercial, a través de la denuncia.

Por lo tanto, el que vive en la calle, solo puede salvarlo la generosidad del transeúnte. Y ese tipo está condenado, lamentablemente. El otro, en cambio, descubre que un escándalo mediático, abre de par en par la posibilidad de facturar con el morbo. Charly una vez dijo que las canciones de protestas venden muchos más discos que las composiciones sublimes. Y ese es uno de nuestros inconvenientes actuales, es decir, pensamos en relación al consumo y no en términos existenciales.

 Fíjese…¿Qué siente frente a una noticia sobre la pobreza? Se aflige al comienzo y luego se indigna, pues teme por su propia familia. Sabe que también puede ocurrirle a usted, si mañana lo echaran del trabajo. Sin embargo, al otro día va a la oficina, cuenta lo que vio en la televisión y al rato se olvida del asunto...

¿Y qué pasa con esta marea de acosos y abusos que llenan horas y horas, en los programas de chimentos? Pasa que desarrollan un grado de frivolización tal, que uno termina no creyendo en ninguna denuncia –o peor aún- creyendo que a las mujeres les gusta ser acosadas y que las denuncias brindan alguna clase de rédito económico.  

¿Ha visto que ahora todo es una denuncia? Para cualquier cosa le cabe una denuncia. Hay como una demonización a la violeta, sobre aquello que venga a producir cierta incomodidad. Y en ese sentido, las redes sociales ayudan a que veamos un florecimiento de comisarias virtuales. Por ejemplo, Fulano se atrevió a guiñarme un ojo. ¡Faaa…! Denuncia en los medios. Mengano dijo que me quedaba ridículo el vestido. ¡Faaa…! Denuncia en los medios. Zutano no confía en mi capacidad artística y por eso me siento discriminado. ¡Faaa…! Denuncia.

 Aflojen, muchachos. El mundo no se hizo antes de ayer. Existe desde hace millones de años. Nadie está inventando nada nuevo y es mentira que el hombre del siglo XXI es un ser superior al hombre del medioevo. En todo caso, está más normalizado, más esclavizado a las estructuras y las instituciones, como afirma Foucault.

 Yo estoy en contra de cualquier clase de abuso, pero no me proclamo ni feminista, ni machista. Simplemente me doy como alguien que no elige bandos, pues, malas noticias… Hay seres humanos, con deseos, inquietudes, conflictos, etc., no facciones irreconciliables.

Me parece que la sexualidad es un acto que desestructura. Y por eso molesta tanto a las instituciones y a las viejas que salen a barrer las veredas.

Por supuesto, todo lo que sucede sin consentimiento, es condenable. Lo demás, es un acto de desapropiación. Yo no creo que uno se enamore para ponerse en eje, como muchas veces oigo por ahí. ¡Al contrario! Nadie se fija a ver de quién se ha enamorado. Se enamora, nomás, porque el amor sucede y no hay nada que uno pueda hacer… Solamente dejarse descentrar, porque el amor nos quita de eje.

 

Saludos.

 

Nacho.